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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Visita al Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla

            El pasado jueves realizamos la visita al Fondo Histórico de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla programada para nuestra asignatura. Fue gratamente satisfactoria de inicio a fin a pesar de su brevedad, primeramente por la cálida acogida de Eduardo Peñalver, quien nos dirigió hacia el descubrimiento y explicación detallada de la historia de los fondos y su composición; además de la calidad y singularidad de los mismos. Entre ellos, varios incunables. En concreto, nos mostró una Biblia de la imprenta de Gutenberg que hizo nuestras delicias por la perfección del trazado, la calidad del papel y las imágenes…


            Pero previamente se nos mostró una serie de manuales de referencia (pertenecientes a la biblioteca del fondo), que me llamaron mucho la atención, y concretamente: el “Manual del librero hispano-americano: inventario bibliográfico de la producción científica y literaria de España y de la América Latina desde la invención de la imprenta hasta nuestros días”, realizado por un librero,  Antonio Palau y Dulcet, un profesional comprometido y apasionado por el mundo de libros, preocupado de mantener y organizar el compendio de saber manifestado en España durante los últimos cinco siglos; incunables incluidos: bibliografía impresa española e iberoamericana desde la invención de la imprenta hasta nuestros días. Y aunque primigeniamente no obtuviera demasiados apoyos, dado lo maratoniano y monumental de su actividad, consiguió valientemente en un primer intento reunir toda la información en siete volúmenes, que quince años después, tras modificaciones e incorporaciones, se convirtió en veintiocho. Hoy día contamos finalmente contamos finalmente con treinta y cinco. Hubiera sido un excelente bibliotecario, entre otras profesiones humanísticas.





      De esta manera, esta colección, ordenada por autores, o por títulos (escrito de igual manera que el original) en el caso de que fuere anónima, describía detalles concretos como el número de páginas, medidas o una breve descripción. Y en algunos, incluso a qué precio podría encontrarse en librerías concretas: una auténtica base de datos de referencia bibliográficas. (Más info)
           
              Me ha parecido interesantísimo leer una parte del prólogo en una página que hablaba de este librero.
  


            “Durante el siglo XVIII la profesión de librero exigía un aprendizaje de cuatro años, saber latín, leer griego, guardar buenas costumbres y tener una honradez acrisolada. Los estudios podían empezar a cualquier edad, pero hasta cumplir los veinte años no era posible examinarse. El examen tenía lugar en presencia de los síndicos y si se sacaban buenas notas se obtenía el carnet de aprendizaje. Luego seguían cuatro años más de ensayo, y después de estos ocho años prescritos por las leyes, se adquiría la patente de librero por cuatro mil reales.”

No hay duda de que hablamos de un personaje impar, adelantado a su tiempo, de una cultura trascendental, con una humanidad  e intelectualidad patentes, instado a actuar con la misma profesionalidad y pasión que sus antepasados; y como nos contaba Eduardo Peñalver, preocupado por paliar los posibles problemas que atacasen a sus compañeros de profesión, así como a anticuarios. Eliminar inconvenientes como el desconocimiento total de cualquier anónimo o pieza que no tuviera referencias concretas sobre su temática por estar, por ejemplo, escrito en latín. Ocupó así gran parte de su vida a realizar algo grande, participar en el saber compartido (algo así como la “inteligencia colectiva” de la que tanto hablamos), poner su granito de arena para impedir que el tiempo, inconvenientes o negligencias impidiese que cualquiera que tuviese ánimos de búsqueda del conocimiento, a través de los libros, obtuviera menos limitaciones.

Por otra parte, me llama la atención que, a pesar de ser un personaje contemporáneo (murió en 1954), no haya obtenido el reconocimiento que se merece. Ya me gustaría llegar a dedicarme en un futuro a lo que me gusta, y poder llevarlo a cabo con tanta pasión y trascendentalidad para el bien común.

martes, 29 de noviembre de 2011

Inteligencia colectiva: un reto del siglo XXI




         A falta de una definición sintetizada y normalizada, existen multitud de términos que podrían acercarse a un aserto certero: acción individual en pos de la colectividad, colaboración, cooperación, habilidad y experiencia compartidos, competencias universales, competencia de todos, voluntades expresas, suma de inteligencias, trascendentalidad…. Una lluvia de posibilidades afines que el profesor Pierre Lévy trata en Inteligencia colectiva.Humanidad emergente en el mundo del ciberespacio.

Este vídeo expresa en un par de minutos de bella forma  este conjunto de definiciones.


  
            Nos encontramos así ante el hecho de que cualquier individuo tiene en su mano la posibilidad de crear un grupo sobre cualquier tema que le preocupe o sensibilice, y de que esa iniciativa sea respaldad por millones de personas, que conjuntamente lo apoyen con su voz en el camino de hacerse escuchar. Es ésta una importantísima cuestión de efectos que todavía quedan por descubrir: que cualquier usuario pueda formar parte de algo grande; que las intervenciones de una persona anónima puedan tener efecto sobre cualquiera que se sienta identificado; y la suma de esos destinatarios puede ser exponencial.

Esta actividad es posible gracias a la tecnología, y más concretamente, a los sitios de la web 2.0 que ya forman parte de nuestra vida diaria, donde se vierten todo tipo de dilucidaciones, que seguro forman parte del bien común, ya que es probable que exista alguien a quien le sea rentable esa entrada o iniciativa; sea cual sea el lugar, la cultura de los emisores-receptores-constructores de información, y si son expertos o no en la materia. Entra también en juego el paradigma de si son o no fiables este tipo de herramientas que fomentan la cooperación, ya que no existe una entidad reguladora que medie lo que es posteado; pero sí es verdad que el gran número de visitas que solicitan sus servicios es innegable, y que su perfeccionamiento aumenta día a día. Lo más importante es la cuestión de las nuevas ideas.




Este vídeo ensalza y muestra de manera muy sencilla (tan sólo con imágenes y una canción portentosa de John Lennon: Power to the people, dejando un poco de lado los medios informáticos) la capacidad del hombre para cambiar el mundo, que se encuentra en la palabra, la persuasión argumentada, la actuación individual, para la que este tiempo ofrece las magníficas herramientas que estamos tratando.




De este modo, estas empresas 2.0 aciertan cuando buscan el interés de la comunidad de usuarios, exaltando la capacidad de trabajar en grupo, de la sensibilidad social, de hacer partícipes a todos de los desafíos del siglo XXI, presentando la información  sin exclusividad de localización ni grupos sociales, sino conformándolo como patrimonio de la humanidad, de lo cotidiano, donde la individualidad es importante para el colectivo, movilizada y coordinada a tiempo real.

Resulta difícil que en este reto no existan jerarquías ni una organización central que esté al mando. Todo se conforma como una suma de decisiones y un conjunto de subjetividades y aportaciones de ideas que pueden tener consecuencias importantes en momentos decisivos. Ejemplo de ello es este profesor, que intenta concienciar en esta conferencia a un grupo de estudiantes de la importancia de la inteligencia colectiva: explica cómo recibió la noticia de los atentados del 11S a través de un correo de una persona individual, cómo posteriormente sufrió la informacionalización de manos de anónimos que colgaron vídeos de primera mano, opiniones vertidas…, un conglomerado informativo creado por las personas, y no tanto por las empresas de la comunicación, que quizás, por distintos intereses o ideologías tergiversen la sucesión de acontecimientos ¿Podríamos llegar a conseguir de esta manera, entre otras cosas, un medio fuerte que evite la manipulación ideológica, partidista e interesada?




martes, 22 de noviembre de 2011

Gestión y adquisición de los fondos bibliotecarios

          Es una realidad comprobar que el funcionamiento interno de una biblioteca está formado por un conjunto de procesos fuertemente definidos y automatizados, así como de un reglamento que regulariza y guía el desarrollo de los mismos.

            Hace no demasiado poco, quizás no valorase demasiado el esfuerzo del trabajo del bibliotecario, pues lo relegaba simplemente al hecho de tomar desde su puesto de trabajo el libro que el usuario desea pedir prestado, y registrarlo (antes manualmente mediante lápiz y papel); además de asegurar el silencio en sala de estudio. Tareas demasiado primitivas en correspondencia a la realidad.

            La clase de la semana pasada hizo mucho hincapié en la responsabilidad de éste y la gran carga de conocimiento del código legal correspondiente, las normativas de la biblioteca, los criterios de normalización de catalogación (respaldados por AENOR: Agencia española de normalización, o las reglas mundiales ISO), la distinta gestión dependiendo del tipo de biblioteca (centralizada, semicentralizada y descentralizada), carta de servicios, estatutos, reglamento interno… así como conocimientos informáticos y de gestión económica.

            De este modo, conjuntamente con un amplio conocimiento del corpus legal  que garantiza un funcionamiento casi matemático de tal cantidad de piezas informacionales y su relación con el usuario, es necesaria también la máxima organización económica de los bienes materiales que la biblioteca posee y que le son asignados anualmente. Ejemplo de ello es la realización del presupuesto, que debe pedirse conforme a su justificación en una memoria económica, que obedece a una planificación previa de los objetivos a cumplir. Así, tal cantidad, conformada por la mencionada asignación (además de incorporaciones de los servicios de investigación y subvenciones externas), deben cumplir las expectativas necesarias para alumnos, profesores, personal de la investigación y todo aquel usuario potencial de la biblioteca (en nuestro caso, universitaria centralizada)

            Sin embargo, nos encontramos ante un inmenso problema: la cada vez más acusada dificultad de financiación de las bibliotecas, debido a la crisis económica, el encarecimiento de materiales…, entrando en juego la cuestión de si el mantenimiento del nivel de excelencia de acceso al conocimiento, tanto de profesionalidad del personal como la superioridad de los materiales, cuenta como prioritario en el reparto de capitales.

No obstante, creo que en el límite de la Historia donde nos encontramos, y establecido jurídicamente el derecho a la educación para todas las personas, debería de hacerse realidad este ideal mediante la plena compartición de manifestaciones escritas relevantes para todos. Y siempre siendo necesaria la figura del bibliotecario para la unificación, gestión y difusión dicha información, y asimismo la imprescindible cooperación de los organismos y los dueños legales de la misma, llegando finalmente a un acuerdo beneficioso para todos.



        Existe también una página del Ministerio de cultura y educación hace mención a las cifras estadísticas de las bibliotecas españolas, siendo el 2009 la última realizada. Estos datos han generados grandes controversias sobre la veracidad de la información en algunos medios, ya que la tendencia visible es la disminución de los fondos y el cierre de bibliotecas públicas.


   
        Sin embargo, existen muchos, que con espíritu filantrópico, optan por compartir la sabiduría y los tesoros que acaparan con los demás. 



 De este modo, existen muchos espacios virtuales, que sufragados por presupuestos públicos o privados, permiten el libre acceso a sus fondos a todos los interesados en ellos gratuitamente, dando plena difusión al conocimiento.



miércoles, 16 de noviembre de 2011

Visita a la biblioteca de la UPO

               El pasado martes pudimos realizar una visita al interior de la biblioteca, donde se nos mostró el quehacer diario, la mayoría de las veces infravalorado y desconocido, del cuerpo facultativo bibliotecario: tomamos conciencia directa, si bien ya habíamos hablado de ello en clase, de la profesionalidad y esfuerzo del método de registro y catalogación de las piezas documentales.

            Me llamó mucho la atención un aspecto del funcionamiento y organización de la misma: su concepción como sistema centralizado, donde todos los libros pertenecientes a la universidad, ya sean destinados a departamentos, profesores, oficinas o alumnado en general,  son comprados y gestionados por la propia biblioteca. Esto es, en ningún caso, ningún usuario de la comunidad universitaria puede hacer uso del material sin estar precisado en el registro de la propia biblioteca, igualando a todos el derecho de hacer uso de los bienes de la misma, que engloba consecuentemente los de toda la universidad. “Todo es de todos”. Además, el hecho de que exista un sólo órgano agrupador restringe la existencia de bibliotecas de departamentos o de centros, que disminuyen la eficacia de los préstamos y el control de lo que se tiene, evitando así los duplicados, pérdidas u apropiaciones.

            Por otro lado, también se comentó el hecho de que la más de la mitad del presupuesto bibliotecario, y cada más en alza, se dedique a la compra de recursos electrónicos, fundamentalmente digitales y de suscripción, como las revistas. Es razonable, entendiendo que estamos en la Edad de la información en red, y que las revistas científicas aportan las novedades más inmediatas. Sin embargo, y como usuaria, creo que una de las pocas carencias de nuestra biblioteca es la inexistencia de descripción en el catálogo de dicho material, teniendo que recurrir a otras bases de datos para buscar artículos que nos incumban, y ya obteniendo el nombre de la revista, acudir a Athenea, el nuestro. Me parece un impedimento para aprovechar los cientos de miles de recursos que posee nuestra universidad, teniendo en cuenta, que son bastante costosos.

            Por otro lado, sí nos dijeron que este gasto a veces es compartido mediante el concierto de préstamo del CBUA, y siendo usuaria de este servicio, tengo que admitir que es bastante cómodo, eficaz  y provechoso para nosotros.

            Por otro lado, también es nuestra obligación no desperdiciar la oportunidad que tenemos como universitarios e individuos alfabetizados informática e informacionalmente, de recurrir a los cursos gratuitos de formación que ofrece la propia biblioteca, con trazados presenciales o en red, versando sobre bases de datos y gestores bibliográficos, así como tutoriales y guías de los mismos que pueden ser consultados en cualquier momento y colgados en la página de la biblioteca.





          Este enlace, también de la biblioteca, nos muestra cómo evaluar información según la temática de nuestra investigación, así como la exploración en distintos buscadores (Google académico, Google book, Dice…)


martes, 15 de noviembre de 2011

La formación en las bibliotecas: Competencias informáticas informacionales (CI2)

           Durante la última clase nos dedicamos al proceso de catalogación de las piezas documentales y las características que su proceso técnico conlleva; así como de las particularidades que ayudan tanto al bibliotecario para confeccionar un espectro distintivo que detalle al máximo la pieza de la que se ocupa, como para el usuario, que tiene en sus manos un amplio abanico de posibilidades definitorias a las que acudir para cercar su búsqueda; hablamos de la materia, año de publicación y demás características del mismo, que lo conforman como registro único. Lo que más me llamó la atención de ello fue que la clasificación separatoria más global se realiza entre las monografías y las publicaciones periódicas, siguiendo un proceso diferente; quizás por la disimilitud en la manera de ingresar en el fondo bibliotecario.

            Por otro lado, da que pensar el hecho de que más de la mitad de los recursos de una biblioteca se destinen a la compra de recursos electrónicos de suscripción, o también llamadas revistas, evidenciando asimismo la inexorable importancia que la información residente en Internet está adquiriendo en nuestra sociedad, que también incluye las universidades, centros de investigación y demás organismos docentes o formacionales.

            Por ello es necesaria la tan comentada adquisición de competencias para saber dónde buscar la información más fiable y adecuada, así como analizarla, gestionarla y hacer buen uso de la misma con crítica ética. Por consiguiente, es necesario un proceso de aprendizaje, habiéndose dado ya el primer paso: la conciencia y asimilación social de la necesidad de alfabetización informática, sobretodo de los más jóvenes, aquéllos que el día de mañana tomarán las riendas de nuestro colectivo: cultural, social y económicamente, y deberán estar preparados para ello.

No puede concebirse así, en nuestros días, un joven que no domina las mínimas técnicas informáticas y de gestión informacionales, ya que eso le cerraría las puertas de un conocimiento que como decimos, está pasando de hallarse únicamente en soporte físico, a encontrarse en la red; así como múltiples técnicas que nos hacen más fáciles los quehaceres de la vida diaria y de la comunicación con los demás.

Por ello, sobretodo las universidades, y esperemos que cada vez más los institutos, se esfuercen por crear programas instructivos que palien estas carencias, o incluso materias de formación con peso académico equivalente o similar al de cualquier otra asignatura. Sin embargo, parece que son los profesionales de las bibliotecas los más conscientes y preocupados por esta cuestión: esta propuesta de Tics de la Red Universitaria de bibliotecas (REBIUN) lo muestra, y donde están profundamente implicadas, como vimos en clase el otro día, universidades como la Carlos III de Madrid, Pompeu y Fabra de Barcelona, o la de Sevilla.


   

           Os dejo también esta página del Ministerio de Cultura, con numerosos enlaces que explican extensamente las últimas novedades del concepto de alfabetización informacional; donde también aparece un vídeo de nuestra profesora, en l que habla sobre este tema: la importancia de la formación tecnológica para acceder a la información en la red, así como su gestión, en el que las bibliotecas tienen un papel muy importante.


viernes, 4 de noviembre de 2011

Conciencia crítica ante la información


                  Es cierto que una de las mayores y más importantes metas que debe alcanzar la alfabetización de nuestro tiempo, es la correcta y certera evaluación de los sitios web que visitamos y de los que obtenemos información. Tanto de las averiguaciones que puedan formar parte de nuestra opinión sobre cualquier tema, como aquéllas que necesitemos para realizar una investigación que merezca datos fiables.

            Sin embargo, no es una práctica muy habitual entre nosotros, los internautas. Por el contrario, deberíamos de asimilar una conciencia crítica ante la web, como lo hacemos también ante la televisión, un periódico o la falible opinión de cualquier persona.  Por ello debe erradicarse la arcaica idea, fruto del analfabetismo, que obedece a la fe ciega en lo mostrado por los medios, fomentándose así la reflexión crítica ante todo lo que nos rodea y formándonos una opinión propia de todo ello. Así, me he dedicado a evaluar una página que visito con asiduidad;  www.espectroautista.infosiguiendo el Modelo Gavilán descubierto por nuestra profesora.
    
              Una vez efectuada la evaluación, puede decirse que el sitio web se encuentra respaldado por una sola persona y sin el vínculo a una organización concreta; situación que se halla perfectamente indicada en la zona final de la página de manos del autor. Añade también que el nacimiento de la misma tuvo lugar tras la lectura de un artículo de prensa sobre un pianista con síndrome de Asperger, con cuyos rasgos se sintió identificado. De ahí surgió la necesidad personal de indagar sobre su descubrimiento y sobre sí mismo, recopilando información y más tarde difundiéndola a personas que tuvieren relación con el síndrome, tanto afectados, familiares, personas cercanas, profesionales o simplemente interesados en la misma.

            Por ello, queda patente que el fin último de la misma es informar sobre un grupo que no posee demasiados centros de indagación o apoyo, proporcionando información fiable. Asimismo, puede decirse también que no tiene intereses comerciales; tan solos divulgativos, pues no ofrece ningún producto ni aparece ningún tipo de publicidad.

           Es posible contactar con la persona que regula la página webmaster@espectroautista.info. Es más, el vínculo de “contacto”, dirige al usuario a la página de Hotmail con la dirección mencionada en la caja del destinatario.  Sin embargo, no aparece ningún signo que nos ayude a verificar el país de donde procede el sitio web (su dominio es “.info”), aunque por las asociaciones mencionadas, todo indica a que sea española. Tampoco tiene caracteres especiales.

            La página web se encuentra actualizada, pues el archivo de noticias y novedades se extiende desde 2008, fecha en la que se inicia la actividad de la página, hasta el mes en el que nos encontramos.

            Sin embargo, el autor no está claramente identificado; es anónimo. Pero a pesar de ello, es necesario admitir que su tarea es la mera recopilación de información y referencias venidas de asociaciones del espectro autista muy valoradas y con renombre, así como científicos y psicólogos de irrefutable renombre en la materia con libros, investigaciones y demás información respaldada por los mismos y extensión, algunas definiciones de Wikipedia. Esto nos lleva a la conclusión de que la veracidad de la información que aparece no debe achacarse al propio webmaster, sino al escritor referenciado: el anónimo recopilador no habla sobre el tema.

            En cuanto a estructura, los contenidos se presentan en diversa forma: existe una orientación para los visitantes, indicando de qué manera pueden encontrar la información mediante una explicación de la disposición de las propias páginas (cosa que no he visto en ningún otra sitio web, y seña de la acción de una persona con este síndrome), así como un mapa del sitio como gráfico para actuar también como ayuda, además de un índice de etiquetas. Asimismo, existen enlaces RSS, foros de discusión y versiones para e-book de la misma. (formato EPUB)

Las noticias están fechadas, así como los textos seleccionados de conferencias o artículos científicos, bibliografía y demás publicaciones; mas no algunos criterios de diagnóstico, enlaces recomendados y texts interactivos; quizás porque hasta la fecha no presentan variabilidad.

Igualmente, la información se encuentra perfectamente organizada y clara, sin errores ortográficos; con más de un sistema de motor de búsqueda: etiquetas, árbol de clasificación, fecha de publicación y caja de búsqueda. No parece presentar tampoco aspectos que muestren subjetividad. Mas bien al contrario, intentan abolir los prejuicios que existen sobre este síndrome tan desconocido, utilizado además numerosos links de información de otras páginas web con una rotulación clara acerca de su procedencia, así como la perfecta referencia bibliográfica de los artículos.

            De este modo, y tras realizar la evaluación, creo que el propósito final de la página es el de crear en el autor una idea lo más clara posible de lo que supone el espectro autista: los síntomas, comportamientos de la persona afectada, experiencias, detección, apoyo y descubrimientos de importantes profesionales sobre el tema… y en esencia, intentar en toda su complejidad empatizar con un grupo de personas que necesitan tanto ser comprendidas como queridas y respetadas en sus dificultades.






jueves, 3 de noviembre de 2011

Herramientas de trabajo: El gestor de referencias bibliográficas


         Es impresionante comprobar cómo el uso de una plataforma de estas características puede mejorar infinitamente la comodidad y eficacia en el trabajo, así como la productividad y rentabilidad en los resultados finales; contando con el mismo esfuerzo y una consecuente reducción de la cantidad de tiempo empleado.




Nuestra sociedad ha pasado de utilizar lápiz y papel para realizar tanto anotaciones, selecciones, apuntes o cualquier tipo de redacción intelectual; al extremo de contar con soportes cono programas inteligentes que realizan la mencionada globalidad de actividades optimizando el tiempo y el esfuerzo al máximo exponente. Y sobretodo, bajo mi percepción personal, ayudan en gran manera a solucionar uno de los mayores problemas de la sociedad de la información en la que nos hallamos inmersos: a difícil tarea previa a la lectura de gestión y tratamiento de los recursos hallados en diversas fuentes.




De este modo, y si bien existen infinidad de instrumentos para la redacción de datos, trata de imágenes… desconocía a Mendeley, el gestor de referencias bibliográficas que nos ha sido mostrado en clase: un programa en el que se pudiese clasificar y ordenar los archivos de información tras efectuar la búsqueda, organizándolos según mi convenio, modificándolos y pudiendo acceder a ellos desde cualquier monitor. Este descubrimiento provoca el cese de la etapa en la que mi pen drive (colapsado de información que tardaba horas y horas en encasillar y definir) suponga mi única ayuda en tareas de recopilación. Sobretodo en futuros trabajos en las que necesite contar con una cantidad grande de archivos en los que  efectuar una criba o finalmente hacer uso de ellos en su totalidad. En consecuencia, el fin último es optimizar el tiempo del que el individuo dispone en la reflexión de los contenidos, y no en aspectos del procedimiento y la metodología; y por supuesto, con una mecánica de uso muy sencilla.

 Me cuesta un poco admitir que hayan transcurrido cuatro duros años de estudio universitario existiendo tales recursos a mi disposición, y no haciendo uso de ellos por total ignorancia. Ahora soy consciente de que podría haber aprovechado horas preciosas de mi tiempo antes dedicadas a organizar primitivamente las carpetas, visionando los archivos o titularizando; sin poseer una interfaz que me facilitara su manejo, separar fácilmente en temáticas, seleccionar o emprender una búsqueda del mismo mediante su autor, etiquetas; modificarlo, compartirlo con otros grupos donde también poder hallar información válida para la investigación pertinente, etc.

En esencia, se trata de una herramienta profesional y gratuita, que seguro hace no demasiado tiempo sólo estaba al alcance de quien podía permitírselo, o quien trabajaba para una organización que pudiese facilitarle tal ventaja. Añado también mi iniciación con el trato de metadatos y la inmensa ayuda que supone las notas a pie de página y referencias bibliográficas que el propio programa realiza sin dedicación alguna para el usuario. Además, Mendeley es un programa bastante serio, y sólo es necesario para acceder a él el registro como usuario y la descarga gratuita desde su página principal.







Por último, y evidenciando también la gran repercusión que tendrá en un futuro para todos los estudiantes en esta nueva era de alfabetización tecnológica, me gustaría compartir un proyecto fin de carrera de un estudiante de informática sobre la Gestión de referencias bibliográficas. Si bien es evidente que sólo lo he ojeado, y desconozco la temática técnica, sí demuestra cómo estas herramientas mejoran a una velocidad pasmosa, siendo un actualísimo objeto de estudio; así como su inserción en la novedosa web semántica e igualmente la utilización de nuevos formatos como el rdf.