Visitas

jueves, 26 de enero de 2012

Y decimos adiós.

     Ya hemos terminado las clases. Ayer tuvimos la jornada de presentaciones, y si puedo destacar algo, diría que me llamó la atención cómo cada uno de nosotros; diferentes en nuestro modo de pensar y por tanto de reflejar nuestras reflexiones; conformamos un mosaico de ideas de lo más variado y enriquecedor. Destaco si me permitís lo que más me llamó la atención de cada uno de vosotros:

  De María, que inició las exposiciones (que siempre resulta lo más difícil), que concretase tan estupendamente los temas más importantes de esta asignatura.

    De Alberto, su asiento, seguridad, clara preparación de su discurso y la reiteración por desterrar el falso mito de las bibliotecas vacías y símbolos del aburrimiento.

     De Cristian, un momento sensitivo en el que nos recordó la magia del libro reflejada en su olor, su tacto, la tinta impresa… dejando claras las ventajas e inconvenientes del soporte físico y digital.

     De Jose María, el recordarnos sobretodo y de forma tan amena las partes fundamentales del blog, cuyo funcionamiento desconocía totalmente hasta hace unos meses.

     De Rosa, su pasmosa facilidad y espontaneidad para transmitirnos sus ideas y regalarnos una presentación que sencillamente me ha encantado.

     De María Luisa, su ingenio y su dulce sentido del humor que derrocha en cada presentación; y ésta no iba a ser menos. Ama de casa, trabajadora y estudiante, ¡Tú sí que vales!

     De Francesco, su concreción y reiteración en la necesidad de incorporar al sistema educativo el uso de las nuevas tecnologías; pero sobretodo, su capacidad para comunicar al mismo nivel que el resto de la clase la temática del curso. Ya quisiera yo explicarme sólo la mitad de bien que tú en otro idioma. Si es que ya eres sevillano.

     De Ramón el hacer una exposición distinta, incluyendo ese poema que nos ha recordado uno de los detrimentos más patentes de esta nueva sociedad: la falta de intimidad; y sobretodo las citas tan interesantísimas que nos has enseñado.
                                                 
     De Celia su presentación tan completísima, tan alegre, tan fresca y tan repleta de los temas más interesantes que hemos tratado, estupendamente relacionados. Y me ha impresionado mucho lo bien que funciona la biblioteca de tu barrio: no sabía que existiese alguna donde se hicieran obras de teatro, cursos culturales…

     Y de Claudia, su calidez y espontaneidad, transmitiendo confianza y cercanía. Fuiste la última, y aunque breve, tu presentación se me pasó rapidísimo. Da gusto escucharte.
  
     En fin, me ha sorprendido lo que he aprendido en las presentaciones, a pesar de que se desarrollasen a partir de temas que ya hemos visto en clase. Creo sinceramente que es la primera vez que presencio una tanda de exposiciones tan dominadas y donde la función comunicativa se ha ejercido tan bien y con tanta profesionalidad ¡Enhorabuena a todos!

     Y para terminar, aporto aquí me presentación de Prezi, donde he intentado reflejar las ideas más importantes que he aprendido en esta asignatura. Agradezco a todos las visitas que habéis hecho a mi blog, y los que habéis leído cada una de mis entradas: es la primera vez que hago algo así de cara al público y ha merecido la pena.


     También me gustaría agradeceros el buen ambiente que hemos tenido en las clases, que a pesar de no darse en el mejor de los horarios, han sido bastante amenas, y sobretodo, donde se nos ha enseñado cosas que nos serán de seguro muy útiles, además de nuevos conceptos de total actualidad que desconocía por completo. Os deseo lo mejor a todos.


El último descubrimiento: Prezi

         Tengo que admitir que me ha costado bastante adaptarme a una nueva forma de creación de discursos simbólicos expositivos: de powerpoint, programa visual de referencia donde los haya y utilizado por todos; a prezi, un nuevo soporte donde la facilidad de creación cobra vida sus las múltiples herramientas de elaboración, también. Pero aquí surge un problema: la falta de límites y la presencia de tantas opciones de confección, que nos obliga incluso a pensar más y en crear una estrategia más elaborada. Es una herramienta de doble filo: utilizar prezi y no hacer uso de sus posibilidades demuestra gráficamente la mayor o menor dedicación a la hora de realizar la prsentación.

            La realidad es que, siendo mi primera vez, me ha costado un poco de trabajo y tiempo dominar los comandos y crear una composición seria y con sentido. Pero por otro lado, creo que el esfuerzo merece la pena, pues este programa refleja a mi parecer un cariz más profesional que powerpoint.

            De hecho, mi hermana, que es muy manitas en esto de la informática y los aparatos electrónicos, se ha quedado asombrada con el programa y dice que de seguro lo utilizará en futuras presentaciones.

            Nada, otro nuevo descubrimiento para nuestro haber. Como dijo nuestra compañera Rosa en su presentación: otra joya más del cofre.


viernes, 13 de enero de 2012

El fin último del saber: la comunicación

      
            Se trata de una expresión que suele repetirse en determinadas circunstancias: la tristeza de ser incapaz de comunicar un conocimiento, más aún cuando se poseen los índices más altos de preparación sobre dicho tema concreto; y es que la capacidad para hacer entender al otro tus pensamientos no tiene por qué coincidir con la inteligencia o una sabiduría suprema.

            Es más, el hombre es un animal social, necesita del intercambio de información, de las relaciones entre sí, de un sistema de aporte y recibo de sensaciones, vivencias, saber… donde entran en juego no sólo las palabras y el sonido vocal, sino también los gestos, el respeto/comprensión que refleje una mirada que sepa escuchar….

            Sin embargo, esta relación puede complicarse cuando se trata de una exposición pública, donde todos los ojos y oídos presentes se hallan dispuestos a prestar todas sus atenciones a un sujeto concreto que va a experimentar su momento de gloria; instantes para comunicar una serie de informaciones que lo eleven hacia una positiva consideración por parte de sus espectadores.

            Para ello, para crear expectación e interés en los mismos, es necesario poner en juego todas sus armas: todos los elementos que ayudan a una mejor comunicación: el lenguaje corporal. Está demostrado que el ser humano dirige su atención y permite su perdurabilidad la visualización de gestos, miradas… que le permitan establecer una conexión con el conferenciante, y sentirse así tanto partícipe de su discurso, como confiado en la veracidad de sus afirmaciones.

            Esto me recuerda a una cuestión que seguro en cada uno de nosotros ha posado su efecto: ¿Quién no ha tenido un profesor que haya sabido comunicar un saber con tanta pasión  y personalidad que nunca hemos podido olvidar esos instantes? ¿Y que nos haya alentado sobremanera a estudiarla? ¿Y que nos calase tan hondo que a partir de ahí o en un futuro próximo entrase a formar parte de nuestras vidas?

            Yo me encuentro entre ellas. Gran misión ésta de la comunicación. Todo un reto.

            

Licencias Creative Commons

            Hemos tratado en clase un tema de sobra candente, sobre el que reposan multitud de opiniones diversas y asimismo contradictorias.

¿Dónde se halla la frontera de la difusión de la información y el conocimiento?

            Mucho que decir tienen los autores de los esbozos que de ella forman parte, los cuales demandan retributivamente su implicación creativa y creadora; pero por otro lado, los usuarios también reclamamos el derecho a disfrutar del saber colectivo el participar de esos conocimientos.

            Ya lo decíamos en clase: hemos pasado de una cultura pasiva e individual a la ágil actuación, a la aportación propia que forma parte de un conglomerado donde de manera altruista la comunidad humanidad provee a la sociedad a través de internet de su saber propio; del grano de arena que ayuda a conformar un saber global accesible a todos.

            Pocos ya admiten que no les resulte necesario o parte de la vida diaria la búsqueda de opiniones sobre cualquier tema: compra de aparatos tecnológicos, coches; cuestiones/investigar/pedir opiniones sobre cultura general o específicas, viajes, comparativas… El hombre no está hecho para estar solo, y hoy más que nunca, la interconexión es tan grande que herramientas como Twitter permiten incluso encontrarse más cerca que nunca de importantes personajes de las más variadas categorías.





            Por ello, produce una situación de demagogia y alto revuelo la cuestión de un claro freno para la mencionada difusión: los derechos de autor. Hablamos en clase sobre la cuestión de las ideas originales à ¿Dónde se halla el límite de demanda de reconocimiento capital de un autor cuya obra proviene de los trabajos de otros? ¿Puede la propiedad intelectual considerarse el conocimiento en sentido estricto como una propiedad? En este sentido podríamos tratar hasta la saciedad distintos puntos de vista y sobre los derechos de cada uno de los afectados; y teniendo siempre en cuenta que todo esfuerzo y valía requiere y merece reconocimiento.

            Sin embargo, es evidente que los tiempos cambian, tanto los seres humanos, como la tecnología, los sistemas de mercado… que deben definirse en función de las necesidades del primero. Es de sobra es conocido que nos situamos en una cultura de remezclas (mash-up), donde los límites que frenan la compartición deben volver a definirse.

            Es el caso del nacimiento de las licencias Creative Commons, las cuales tienen en cuenta los parámetros de la autoría, manipulación y transmisión de las nuevas obras en combinación de unas con otras, dependiendo de la voluntad del autor. Esta cultura de colaboración sí permite vislumbrar una vía de acción ética con el productor y el usuario. Es más, es necesario recalcar que este tipo de políticas favorece la mayor expansión posible de los trabajos; fin último de todo sujeto creador.





domingo, 11 de diciembre de 2011

Plagio vs reinterpretación

Nada puede justificar el uso del plagio, o dicho de otro modo, hacer creer que la transición hasta la consecución de un determinado trabajo se ha hecho por méritos propios y con esfuerzo individual, sin reconocer la trascendencia que hayan podido tener en él determinadas personas. Sin embargo, sí es verdad que los profesionales de hoy día sienten la presión social de publicar intermitentemente artículos científicos inéditos para legitimar su andadura intelectual, y asimismo su renombre.

No obstante, existe un amplio abanico de posibilidades de fraude en este aspecto: desde  el “copia y pega” hasta el más trabajado y sutil de los calcos; todos realizados de forma consciente. Por otro lado, tampoco puede hacerse generalización absoluta, pues toda actividad que resulte plagio no tiene por qué ser hecha de manera juiciosa y teniendo unos intereses de provecho concretos, pues todavía en nuestro tiempo se da una triste realidad: muchos permanecen aún en la inconsciencia de lo que resulta plagio y lo que no; pensando que la información es de todos y podemos apropiarnos de la concepción de la misma, sin saber que por ley debe respetarse al menos la mención de su autor. Por otro lado, entra también en juego el tema de la ética: ¿Nos gustaría que cualquier persona se adueñara sin consideración ni preocupación de un trabajo que nos ha ocupado sacrificios, esfuerzo y tiempo de nuestras vidas sin ningún tipo de consideración?

            Recuerdo que en mis años de secundaria, más de un profesor nos prohibió realizar nuestros trabajos de clase a través de datos de internet; quizá porque desconfiaba que a nuestra lozana edad fuésemos capaces de encontrar información fiable, o tal vez para evitar las tentaciones del “copia-pega”. Sea como fuere, la realidad es que el desechar vías de adquisición de conocimiento no es la solución para impedir el plagio, y esta negativa actitud debería ser paliada o contrarrestada con la información y la instrucción en ese aspecto: debe así quedar claro que el fin último de la educación es la formación intelectual que permita al hombre pensar por sí mismo, para que así pueda exhalar sus propias ideas, no valiendo de nada que éstas estén manipuladas y no sean por tanto verídicas, sino que deben aportar nuevos componentes al acervo intelectual humano. Este artículo hace hincapié en este hecho en concreto: no tanto en criticar la falta de ética del alumno, sino su incapacidad para parafrasear y sintetizar.




            Asimismo, supongo que aunque también existan plagios más evidentes por constituir hechos más universales, y otros no tanto por hallarse inmersos datos más específicos, invalida de todas maneras la fiabilidad del conjunto. Es el caso también de historias narradas por películas con aparente originalidad, o detalles librescos con intervenciones de personajes importantes con aportes de ceremonialidad para aportar excelsitud.



Se dan infinidad de casos de plagio en todas las esferas, incluidos los aparatos tecnológicos, que debido a su vertiginosa evolución y a las filtraciones entre grandes empresas o ideas paralelas, convergen en la sustitución de múltiples polémicas y juicios multimillonarios. Es materialmente lógica esta actitud, porque el fin último de estas empresas es ofertar los productos más extraordinarios y con aplicaciones más novedosas y señeras; porque si la competencia posee también los mismos avances, es evidente que la demanda bifurcará sus intereses.

            Por otro lado, la veda permanece abierta también en cuestión de ritmos musicales o letras parecidas en determinadas canciones.


Waka Waka. Shakira


Grandes plagios de la historia de la música.


O incluso en los diseños de moda… ¿Qué no está ya inventado? ¿Dónde queda el punto de inflexión entre el plagio y la reinterpretación?

            A pesar de todo, queda claro que  el plagio de cualquier profesional deslegitima por completo su credibilidad, acaba con su carrera y pierde el favor de la sociedad en materia de conocimiento; así como todo lo anteriormente publicado; aunque sólo haya quebrado su buen hacer en una ocasión. Porque todo lo que pone en cuestión la legitimidad de lo realizado, la falta de ética, el hacer creer a la sociedad que lo conseguido se ha efectuado bajo un esfuerzo y unas capacidades concretas; para finalmente descubrir un engaño, resulta de un tremendo mal gusto y un rechazo absoluto. El hombre rechaza de manera natural e intrínseca la mentira.

            Por otro lado, sí es cierto que este tipo de acusaciones deben de perpetrarse con cierta cautela, efectuándolas con conocimiento de causa,  siendo consciente de que, si finalmente el encausado sale libre de culpa, sobre él pesará siempre la sombra del plagio.
           
Ejemplo de ello puede ser un caso, que a pesar de que no tiene relación directa con el plagio, sí con sus consecuencias y con algunos de sus parámetros. De este modo, nuestra atleta Marta Domínguez pudo experimentar una sensación parecida cuando fue acusada y detenida por dopaje, porque aunque hoy día se haya demostrado su inocencia, las consecuencias de ese período de falta de credibilidad hacia su trayectoria ha tenido consecuencias irreparables. Observad la dureza de estas acusaciones.




            Pese a todo, la solución a este tipo de males, como ya hemos comentado en varias clases, es la difícil pero palpable conjunción de ética y formación en la presentación de la información.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Visita al Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla

            El pasado jueves realizamos la visita al Fondo Histórico de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla programada para nuestra asignatura. Fue gratamente satisfactoria de inicio a fin a pesar de su brevedad, primeramente por la cálida acogida de Eduardo Peñalver, quien nos dirigió hacia el descubrimiento y explicación detallada de la historia de los fondos y su composición; además de la calidad y singularidad de los mismos. Entre ellos, varios incunables. En concreto, nos mostró una Biblia de la imprenta de Gutenberg que hizo nuestras delicias por la perfección del trazado, la calidad del papel y las imágenes…


            Pero previamente se nos mostró una serie de manuales de referencia (pertenecientes a la biblioteca del fondo), que me llamaron mucho la atención, y concretamente: el “Manual del librero hispano-americano: inventario bibliográfico de la producción científica y literaria de España y de la América Latina desde la invención de la imprenta hasta nuestros días”, realizado por un librero,  Antonio Palau y Dulcet, un profesional comprometido y apasionado por el mundo de libros, preocupado de mantener y organizar el compendio de saber manifestado en España durante los últimos cinco siglos; incunables incluidos: bibliografía impresa española e iberoamericana desde la invención de la imprenta hasta nuestros días. Y aunque primigeniamente no obtuviera demasiados apoyos, dado lo maratoniano y monumental de su actividad, consiguió valientemente en un primer intento reunir toda la información en siete volúmenes, que quince años después, tras modificaciones e incorporaciones, se convirtió en veintiocho. Hoy día contamos finalmente contamos finalmente con treinta y cinco. Hubiera sido un excelente bibliotecario, entre otras profesiones humanísticas.





      De esta manera, esta colección, ordenada por autores, o por títulos (escrito de igual manera que el original) en el caso de que fuere anónima, describía detalles concretos como el número de páginas, medidas o una breve descripción. Y en algunos, incluso a qué precio podría encontrarse en librerías concretas: una auténtica base de datos de referencia bibliográficas. (Más info)
           
              Me ha parecido interesantísimo leer una parte del prólogo en una página que hablaba de este librero.
  


            “Durante el siglo XVIII la profesión de librero exigía un aprendizaje de cuatro años, saber latín, leer griego, guardar buenas costumbres y tener una honradez acrisolada. Los estudios podían empezar a cualquier edad, pero hasta cumplir los veinte años no era posible examinarse. El examen tenía lugar en presencia de los síndicos y si se sacaban buenas notas se obtenía el carnet de aprendizaje. Luego seguían cuatro años más de ensayo, y después de estos ocho años prescritos por las leyes, se adquiría la patente de librero por cuatro mil reales.”

No hay duda de que hablamos de un personaje impar, adelantado a su tiempo, de una cultura trascendental, con una humanidad  e intelectualidad patentes, instado a actuar con la misma profesionalidad y pasión que sus antepasados; y como nos contaba Eduardo Peñalver, preocupado por paliar los posibles problemas que atacasen a sus compañeros de profesión, así como a anticuarios. Eliminar inconvenientes como el desconocimiento total de cualquier anónimo o pieza que no tuviera referencias concretas sobre su temática por estar, por ejemplo, escrito en latín. Ocupó así gran parte de su vida a realizar algo grande, participar en el saber compartido (algo así como la “inteligencia colectiva” de la que tanto hablamos), poner su granito de arena para impedir que el tiempo, inconvenientes o negligencias impidiese que cualquiera que tuviese ánimos de búsqueda del conocimiento, a través de los libros, obtuviera menos limitaciones.

Por otra parte, me llama la atención que, a pesar de ser un personaje contemporáneo (murió en 1954), no haya obtenido el reconocimiento que se merece. Ya me gustaría llegar a dedicarme en un futuro a lo que me gusta, y poder llevarlo a cabo con tanta pasión y trascendentalidad para el bien común.

martes, 29 de noviembre de 2011

Inteligencia colectiva: un reto del siglo XXI




         A falta de una definición sintetizada y normalizada, existen multitud de términos que podrían acercarse a un aserto certero: acción individual en pos de la colectividad, colaboración, cooperación, habilidad y experiencia compartidos, competencias universales, competencia de todos, voluntades expresas, suma de inteligencias, trascendentalidad…. Una lluvia de posibilidades afines que el profesor Pierre Lévy trata en Inteligencia colectiva.Humanidad emergente en el mundo del ciberespacio.

Este vídeo expresa en un par de minutos de bella forma  este conjunto de definiciones.


  
            Nos encontramos así ante el hecho de que cualquier individuo tiene en su mano la posibilidad de crear un grupo sobre cualquier tema que le preocupe o sensibilice, y de que esa iniciativa sea respaldad por millones de personas, que conjuntamente lo apoyen con su voz en el camino de hacerse escuchar. Es ésta una importantísima cuestión de efectos que todavía quedan por descubrir: que cualquier usuario pueda formar parte de algo grande; que las intervenciones de una persona anónima puedan tener efecto sobre cualquiera que se sienta identificado; y la suma de esos destinatarios puede ser exponencial.

Esta actividad es posible gracias a la tecnología, y más concretamente, a los sitios de la web 2.0 que ya forman parte de nuestra vida diaria, donde se vierten todo tipo de dilucidaciones, que seguro forman parte del bien común, ya que es probable que exista alguien a quien le sea rentable esa entrada o iniciativa; sea cual sea el lugar, la cultura de los emisores-receptores-constructores de información, y si son expertos o no en la materia. Entra también en juego el paradigma de si son o no fiables este tipo de herramientas que fomentan la cooperación, ya que no existe una entidad reguladora que medie lo que es posteado; pero sí es verdad que el gran número de visitas que solicitan sus servicios es innegable, y que su perfeccionamiento aumenta día a día. Lo más importante es la cuestión de las nuevas ideas.




Este vídeo ensalza y muestra de manera muy sencilla (tan sólo con imágenes y una canción portentosa de John Lennon: Power to the people, dejando un poco de lado los medios informáticos) la capacidad del hombre para cambiar el mundo, que se encuentra en la palabra, la persuasión argumentada, la actuación individual, para la que este tiempo ofrece las magníficas herramientas que estamos tratando.




De este modo, estas empresas 2.0 aciertan cuando buscan el interés de la comunidad de usuarios, exaltando la capacidad de trabajar en grupo, de la sensibilidad social, de hacer partícipes a todos de los desafíos del siglo XXI, presentando la información  sin exclusividad de localización ni grupos sociales, sino conformándolo como patrimonio de la humanidad, de lo cotidiano, donde la individualidad es importante para el colectivo, movilizada y coordinada a tiempo real.

Resulta difícil que en este reto no existan jerarquías ni una organización central que esté al mando. Todo se conforma como una suma de decisiones y un conjunto de subjetividades y aportaciones de ideas que pueden tener consecuencias importantes en momentos decisivos. Ejemplo de ello es este profesor, que intenta concienciar en esta conferencia a un grupo de estudiantes de la importancia de la inteligencia colectiva: explica cómo recibió la noticia de los atentados del 11S a través de un correo de una persona individual, cómo posteriormente sufrió la informacionalización de manos de anónimos que colgaron vídeos de primera mano, opiniones vertidas…, un conglomerado informativo creado por las personas, y no tanto por las empresas de la comunicación, que quizás, por distintos intereses o ideologías tergiversen la sucesión de acontecimientos ¿Podríamos llegar a conseguir de esta manera, entre otras cosas, un medio fuerte que evite la manipulación ideológica, partidista e interesada?